Otro relato, recogido cerca de Oldengurg, en el Ducado de Holstein, trata de una dama que comía y bebía alegremente y tenía cuanto puede anhelar el corazón, y que deseó vivir para siempre. En los primeros cien años todo fue bien, pero después empezó a encogerse y arrugarse, hasta que no pudo andar, ni estar de pie, ni comer, ni beber. Pero tampoco podía morir. Al principio la alimentaban como si fuera una niñita, pero llegó a ser tan diminuta que la metieron en una botella de vidrio y la colgaron en una iglesia. Todavía está allí, en la iglesia de Santa María, en Lübeck. Es del tamaño de una rata y una vez al año se mueve.
Pedir sin medir las consecuencias.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos
=O me gustó mucho
ResponderEliminardonde dijiste q era???
y en que fecha se mueve mas o menos, pa ir a verla digo yo... :P
XDD
saludos ;)
Eso es lo que pasa cuando le das poder al ignorante, o a alguien no capacitado.. pasa a varios niveles.
ResponderEliminarAh y es eso que dice Felipe..
De eso no se trata la inmortalidad.. es algo más trascendente, pero se debe evaluar también el caso del cuento.. una solución a ese inconveniente, al menos hasta que la ciencia encuentre cómo inocular cierto gen que actúa a ese nivel. Pero hay pasos antes, pasos necesarios, pasos que erró la protagonista del cuento.